Reciclable por Naturaleza

 

Autores

Angel Maass

Carlos Romero

Gerardo Lozano

Escuela

EGADE Business School Mexico

Año de publicación

2003

El caso nos presenta una experiencia de multialianzas de diferentes sectores. El problema alrededor del cual giran estas alianzas es la contaminación en la Ciudad de México, específicamente el problema de la basura que se generaba en la ciudad.

Todo inicia en 1978, cuando varias damas voluntarias de la Junior League de la Ciudad de México (JLCM), una organización internacional no lucrativa de mujeres comprometidas en ayudar a mejorar el nivel de vida de la sociedad, en su propósito de servir y educar a la comunidad, organizó un foro sobre medio ambiente.

Fue a raíz de ese foro que la JLCM comenzó diversos programas y actividades de forma unilateral durante varios años. A principios de la década de los 90 surgió la idea de llevar a cabo un gran programa para reciclar basura y en 1993 se inició un programa piloto, formalizándose en 1995, su nombre: “Reciclable por Naturaleza” (RPN). El programa inició recolectando los residuos tradicionales como papel, plástico, vidrio, etc. Pero en 1995 por diferentes factores, se decidió que se enfocarían únicamente al reciclado de envases asépticos que se utilizaban para envasar alimentos líquidos.

El Comité de Ecología de la JLCM sería el responsable del programa. Iniciaron la búsqueda de alianzas que les permitiera lograr su objetivo. Pero esto no fue fácil pues implicó que trabajaran en conjunto el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Educación Pública, el Gobierno de la Ciudad de México, cadenas de supermercados, empresas que usaban el envase multicapas en sus productos, grupos ecologistas y la JLCM.

El caso nos muestra cómo se fue dando este proceso de alianzas en el que varios de los socios decidieron abandonar el proyecto por razones diferentes lo que puso en jaque al proyecto pero no a la voluntad de la JLCM por lograr su objetivo.

Al final del caso, se presenta la disyuntiva que tenía la responsable del programa “Reciclable por Naturaleza” de la JLCM. En el 2002, aunque la situación se había desarrollado favorablemente el programa necesitaba un replanteamiento. Los recursos eran escasos y había algunos problemas de logística que resolver en cuanto a la recolección de los desechos principalmente con los supermercados y el Gobierno de la Ciudad. También había que valorar el rol de las escuelas de educación básica bajo la jurisdicción de la SEP que habían sido un socio muy activo y exitoso en el programa.

Ante esta situación la encargada del programa RPN se preguntaba si no sería mejor enfocar la mayoría de los esfuerzos del programa y los recursos financieros que en gran medida eran aportados por Tetra Pak, el fabricante más importante de los envases multicapas, primordialmente a las acciones con las escuelas primarias y no tanto con las cadenas de autoservicio.

Como el éxito del proyecto RPN dependía de la acción conjunta de los diversos organismos antes citados, la encargada del programa debía plantear su idea a todos los socios. Además  se  planteaban otras preguntas sobre el futuro de RPN. Por un lado, debían explorar nuevas formas de involucrar a productores de envases de una forma más comprometida y duradera de lo que se había hecho hasta entonces, así como a los clientes de estos quienes envasaban sus productos en el envase multicapas para luego venderlo.