Inditex:

Externalización en Tánger  

Autores

Alfred Vernis

Marc Vilanova

Escuela

ESADE Business School Barcelona

Año de publicación

2006

El presente caso de estudio se centra en el Grupo Inditex (Industria de Diseño Textil), un grupo español que figura entre los más importantes del mundo en el sector de la moda, al lado de compañías como GAP, Nike, Benetton y H&M. Inditex era propietaria de las marcas Zara, Pull and Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Kiddy’s Class, y tenía la particularidad de haber asumido como una estrategia central la implantación de un plan de responsabilidad social corporativa (RSC) que abarcaba todos los eslabones de su cadena de producción y venta, lo que la había convertido en una de las empresas líderes en esta materia.

La adopción de esta estrategia respondía al hecho de que el grupo había experimentado profundos cambios en su estructura: por una parte, había pasado de contar con una cadena de producción íntegramente española en 1980 a tener centros productivos y proveedores auditados y homologados en América, África, Europa y Asia en 2003; por otra parte, había pasado de ser una empresa familiar a cotizar en las bolsas mundiales. Todo esto ocurría al mismo tiempo que el sector textil en general era monitorizado y denunciado por diversas ONG e iniciativas de todo el mundo por medio de campañas contra la explotación, la mano de obra infantil y la responsabilidad social en general. Esta situación había planteado nuevos desafíos a Inditex, especialmente en relación con las condiciones laborales, sociales y económicas de los empleados contratados en sus talleres y proveedores, y dio lugar a la creación de un Departamento de Responsabilidad Social Corporativa y un Consejo Social, cuyo objetivo era dirigir las actuaciones del grupo como organización responsable y socialmente comprometida, con el ánimo de transmitir valores de sostenibilidad y respeto a los derechos humanos a través de sus cadenas de producción, distribución y venta.

El caso se centra en una reunión que debía celebrar el Consejo Social, compuesto por cinco personas físicas, miembros de instituciones relevantes del tercer sector. En ella se debía valorar el proyecto piloto desarrollado en Tánger (Marruecos).

El programa de identificación de necesidades de las trabajadoras en las fábricas y los talleres externos (Tánger), que había constituido un auténtico reto para el grupo, se enmarcó en un acuerdo de colaboración entre Inditex y la Fundación Codespa. El programa empezó identificando las necesidades de las trabajadoras de las cadenas de producción y de sus familias, que, por lo general, residían en los barrios menos favorecidos de la ciudad de Tánger, especialmente en las comunas de Beni Makada y Charf. De forma paralela se identificaron cuatro asociaciones comunitarias locales (Ain Hayani, en el barrio de Dradeb-Ain Hayani; Mesnana, en el barrio de Mesnana; Mouatina, en los barrios de Jerari y Beni Makada; y Ben Kirane, en el barrio de Charf), con las que se establecería una alianza con el objetivo de que contribuyeran a mejorar la calidad de vida de las comunidades con las que trabajaban. Estos centros se conocían en el programa como “centros de servicios básicos comunitarios“ (CSBC).

El trabajo con los centros de servicios básicos comunitarios (CSBC) se concibió para dar respuesta a determinadas necesidades de las trabajadoras, las familias y las comunidades donde residían los trabajadores del sector textil y de la confección, vinculados directa o indirectamente a las fábricas del grupo de proveedores de Inditex. En la actualidad, la oferta de servicios sociales de estos centros incluía, entre otros, los siguientes servicios: guardería para hijos de mujeres trabajadoras, alfabetización, salud, educación no formal, capacitación técnica básica en confección textil, asistencia jurídica, administrativa y laboral, y programas de sensibilización en temas relacionados con salud e higiene.

El caso puede servir para que los participantes entiendan cómo se puede implantar en una gran multinacional una política de externalización de operaciones dentro de una actuación de RSC, qué tipo de barreras y elementos facilitadores se pueden encontrar y cómo se desarrollan e implantan políticas y prácticas concretas, teniendo presente su efecto transformador sobre la organización. Asimismo, el caso puede permitir analizar las decisiones concretas que debe tomar un Departamento de Responsabilidad Social Corporativa (y su Consejo Social) en el seno de una gran empresa multinacional. La discusión del caso debe permitir a los participantes entender los problemas que se generan en el ámbito de la RSC en relación con la gestión, la comunicación y la reputación, y los problemas y dificultades que pueden surgir en los emprendimientos concretos.